martes

Sexo cancerígeno

Algunos piensan que las palabras se las lleva el viento, pero cuando las palabras reflejan la verdad se convierten en hechos con los que no hay ni viento ni huracán que pueda. Desde la iglesia hemos repetido, una y otra vez, que la actividad sexual tiene un fin principal y último que no es otro que la reproducción de la especie, y que tomar la vida sexual desde otro punto de vista puede tener consecuencias funestas. Pues bien, acabo de leer la siguiente noticia:


20 minutos no es un diario sospechoso por clerical, más bien todo lo contrario, suelen hacerse ecos de todos los bulos y todas las insidias que en los últimos días se vienen lanzando contra la iglesia, pero esta vez no les ha quedado más remedio que rendirse a la evidencia, posiblemente, para alertar a sus lectores que me temo no son personas de vida especialmente ordenada.

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